martes, 3 de junio de 2008

topocheff.

El hombre topo decidió hagazajar con una rica cena a su chica, que no es topo sino una bella ratoncita, pero eso ya es otra historia.
Y aunque procuro que
ningún detalle quede librado al azar, no pudo evitar que su ceguera provoque el derrame de aceite sobre el fuego. Espanto, terror, ira proyectada contra la ley Darwiniana toda.

Finalmente pudo sofocarlo rápidamente gracias a sus instintivos reflejos compensatorios, y cuando ella llegó, disfrutaron el momento a pesar del sabor a tostada. Fin.

No hay comentarios: